Estrés y vida ajetreada

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¿Vivir o un sinvivir?

Hay veces que después de una semana de trajín y de ir de aquí para allá con prisas y aceleramiento, nos cuesta parar y descansar y tendemos a ir a disfrutar de nuestro tiempo de ocio con la misma dinámica y prisa. El estrés y la vida ajetreada que tenemos nos lo llevamos hasta de vacaciones. ¡Corre corre!
Y así la mente corre más que tú, y en vez de estar disfrutando del momento presente estamos pensando en la siguiente actividad. Esto no es vida. Es un sin vivir!

Vivir en un pueblo

Desde que vivimos en un pueblo de poco más de mil habitantes, algo alejado de la ciudad más grande de la provincia, el ritmo y el aceleramiento ha disminuido. No de repente. Pero solamente con no oír el tráfico cuando nos despertamos, y escuchar el piar de los pájaros o el crujir de la madera de las vigas del techo o del suelo, hace que en vez de levantarnos de un salto, lo hagamos de manera más pausada. Disfrutando del calorcito de la cama y del olor del café al que tanto me cuesta renunciar.

Porque lo que comes influye en el ritmo de tu vida y rutina diaria, pero el entorno y el enfocarte en los pequeños placeres del simplemente estar o respirar es una verdadera cura de estrés. Nos alimentamos también de la buena energía, del paisaje, del aire que respiramos, etc.

Hemos aprendido a seguir otro ritmo, que aunque es más pausado, hace que disfrute de las tareas cotidianas más y sin disminuir el número de ellas. Es hacer, pero sin la respiración entrecortada y la queja constante dicha y pensada de todas las tareas que me quedan por realizar. Tengo, debo…estas palabras también están disminuyendo en mi vocabulario.

¿Te gustaría sentirlo?. Sin estrés y ajetreos.

Por eso cada vez que tengo invitados a pasar el fin de semana, duermen como un tronco, comen comida casera, ecológica y de temporada y se van con ganas de volver. En el ambiente se respira la tranquilidad, el acogimiento y la paz que necesitan en sus vidas y que les cuesta conseguir. El estrés y vida ajetreada desaparecen por completo.

Este es el regalo que daría todos mis amigos y familiares:

Sentir lo que es vivir con mayúsculas.

 

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slow life casa rural

¿Slow Life?

Te suena el movimiento Slow Life? En este artículo ¡te lo contamos to

Casa Rural Izargi

IZARGI es una casa restaurada y reformada que data aproximadamente del siglo XVIII.

Los más mayores de Mendigorría dicen que antiguamente fue una abadía y la planta alargada y rectangular de 25 metros de largo, sus gruesos muros y las cruces que hay en la fachada derecha de la casa, así lo demuestran.

Es una casa luminosa tranquila y acogedora. (Foto frente de la casa)